jueves 26 de septiembre de 2024 - 19h
Presentación del libro "Las hogeras de Pertus"
Febrero, año 1939. Los invasores se acercaban y cientos de miles de personas huían hacia la frontera francesa bajo las bombas de los aviones extranjeros.
La dura pelea había empezado casi tres años atrás. El pueblo neutralizó el Golpe en los primeros momentos, pero Francia e Inglaterra alinearon a todos los países contra España para que ésta no pudiera adquirir las armas que necesitaba en ningún lugar. Fue lo que se bautizó como Pacto de No Intervención. Mientras tanto, los ejércitos de Hitler y Mussolini operaban libremente en el interior de la península. España era sacrificada, dentro de la denominada "política de apaciguamiento" que consistía en otorgarle a Hitler pequeñas victorias con la intención de evitar un conflicto de mayores dimensiones. Y después de tres años, España perdió la batalla.
Hoy lo llaman "guerra civil", dicen que fue un asunto interno entre españoles, que su pasión irrefrenable los llevó a aquel enfrentamiento entre hermanos… ¿Guerra civil? En aquella época los términos usados eran otros: La Guerra contra la Invasión.
La noche del 27 de enero se abre la frontera para los civiles, el 5 de febrero para los soldados. Todo esto ocurría mientras una gran campaña xenófoba se desataba en la prensa conservadora.
La acogida en Francia resultaría dramática. Tanto civiles como militares pasaron a Francia para ser encerrados en campos de concentración.
Las leyes contra los extranjeros se habían ido sucediendo como un torrente a lo largo de 1938 y culminaron con la promulgación del decreto-ley del 12 de noviembre que permitiría el internamiento administrativo de los extranjeros "indeseables" en "centros especiales". Los "indeseables" eran los españoles. Los "centros especiales" eran los campos de concentración. Y los españoles, encerrados a la intemperie, fueron llenando los cementerios.
En Francia existieron varios campos para los hombres. Los más grandes y precarios fueron el Campo de Concentración de Argelès-sur-Mer y el Campo de Concentración de Saint-Cyprien, con 100.000 personas encerradas en cada uno de ellos. Fue en aquellas circunstancias extremas, cuando todo parecía terminar para los republicanos españoles, cuando sólo se podía esperar que sucumbieran rendidos por el frío, el hambre y las enfermedades, cuando se obligaron a sí mismos a mantenerse vivos. No podían romper la promesa que habían hecho, debían seguir en pie para, algún día, reanudar la pelea por la Liberación de España. Pero antes, deberían enfrentarse a los enemigos de ayer, esta vez en suelo francés, pero esa ya es otra historia… El periodo histórico que abarca el cómic es desde principios de 1939 hasta el verano de 1940.
Evento de Cambalache -el local-