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martes 10 de junio de 2025 - 11h30

Concentración "El Campillín no se toca"

El Martes de Campo tendrá este año un nuevo componente reivindicativo. Y es que la recién constituida plataforma ciudadana El Campillín no se Toca ha convocado su primera acción pública para ese día, con una concentración en el propio parque. La movilización, que tendrá lugar a las 11:30 horas, consistirá en una presencia simbólica y pacífica durante el transcurso de la fiesta, en la que los participantes desplegarán una gran pancarta como gesto de rechazo al proyecto de construcción de un aparcamiento subterráneo en la parte baja del parque. Según ha anunciado la plataforma, el objetivo es "visibilizar la oposición vecinal y ecologista" a una obra que consideran innecesaria y perjudicial para el entorno natural.

El Campillín no se Toca surgió esta semana a iniciativa de varias asociaciones vecinales y colectivos ecologistas, en respuesta a la contratación por parte del Ayuntamiento de Oviedo de un estudio geotécnico previo a la posible construcción del aparcamiento. La plataforma ha manifestado su intención de sumar apoyos y recabar información técnica sobre el posible impacto ambiental de la actuación. Los convocantes insisten en que existen alternativas en otros puntos del barrio de San Lázaro y Otero, donde hay solares públicos disponibles para estacionamientos disuasorios. También señalan su preocupación por el futuro de la masa arbórea del parque, especialmente por los ejemplares más antiguos cuyas raíces podrían verse afectadas por las obras.

La acción coincidirá con uno de los días festivos más populares en la ciudad, cuando centenares de vecinos se reúnen en parques y áreas verdes para comer el tradicional «bollu preñáu». La plataforma ha subrayado que su intención no es interferir en la celebración, sino aprovechar su visibilidad para hacer pública una demanda "en defensa del patrimonio natural de la ciudad". Desde el Ayuntamiento, el concejal de Infraestructuras Nacho Cuesta ha defendido en fechas recientes el carácter disuasorio del aparcamiento proyectado, argumentando que su construcción pretende facilitar el acceso peatonal al centro histórico. Una postura que ha sido cuestionada por colectivos vecinales y ecologistas, que ven en la propuesta una contradicción con la política de reducción de tráfico en la zona de bajas emisiones.