viernes 8 de abril de 2016 - 20h
Filmoteca: Hierro 3
El viernes 8 de abril, a las 20h. Filmoteca: Hierro 3.
Título original: Bin-jip
Director: Ki-duk Kim
Duración: 95 min
Año: 2004
Nacionalidad: Corea del Sur
Premios:
Espiga de oro en la Seminci (Festival Internacional de Cine de Valladolid).
Premio FIPRESCI en el Festival de San Sebastián.
León de plata en el Festival de Venecia.
Sinopsis:
Tae-suk ocupa temporalmente viviendas cuyos habitantes sabe que están ausentes. No roba ni ocasiona daños en los hogares de sus involuntarios anfitriones. En realidad, es una especie de fantasma que duerme en camas ajenas, come algo de las neveras de esos extraños y retribuye su forzada hospitalidad haciendo la colada o arreglando alguna que otra avería doméstica. Sun-hwa está encerrada en una casa ostentosa. El destino cruza los caminos de Tae-suk y Sun-hwa, aunque sus existencias están abocadas a no dejar huella en el mundo.
Comentarios del director:
«La idea se me ocurrió en octubre del año pasado. Estaba quitando un folleto que estaba pegado en la cerradura de la puerta de mi casa cuando de pronto se me ocurrió que todas las casas que tenían esa publicidad intacta durante varios días debían de estar vacías. La imagen de una casa vacía en la que no entra nadie me llevó a la historia de una persona muy solitaria, aislada de los demás, y decidí hacer una película acerca de un hombre que entra en ella y colma ese vacío con calidez.
El título internacional de esta película es 'Hierro 3'. La gente que juega al golf sabe que hierro 3 es el palo menos usado. Imaginémonos un hierro 3 en una cara bolsa de golf de piel, pero que se usa muy pocas veces, con otra imagen en paralelo, la de una persona abandonada o la de una casa vacía. Al mismo tiempo, Tae-suk utiliza un hierro 3 como herramienta para rescatar a Sun-hwa, y eso también significa un cambio lleno de esperanza.»
La casa vacía
«Salgo de mi casa. Mientras estoy fuera, alguien entra en mi casa vacía y se instala en ella. Come la comida de mi frigorífico, duerme en mi cama, mira mi televisor. Quizá porque se siente culpable, arregla mi despertador roto, lava la ropa, lo ordena todo y luego desaparece. Como si nadie hubiera estado allí…
Un día entro en una casa vacía. Parece que nunca haya estado nadie, así que me desnudo, me baño, preparo la comida, lavo la ropa, arreglo una báscula de baño y juego al golf en el jardín de la casa. En la casa hay una mujer desanimada, asustada y herida, que no sale nunca y que llora. Le muestro mi soledad. Nos entendemos sin decir ni una palabra, nos vamos sin decir ni una palabra.
Mientras elegimos una casa en que vivir, nos sentimos cada vez más libres. En el momento en que parece que nuestra sed de libertad se ha aplacado, nos quedamos atrapados en una casa oscura. Uno de los dos se queda en una casa hecha de nostalgia. El otro aprende a convertirse en un fantasma para esconderse en el mundo de la nostalgia.
Ahora que soy un fantasma, ya no siento deseos de buscar una casa vacía. Ahora me siento libre de ir a la casa en la que vive mi amada y besarla. Nadie sabe que estoy allí. Excepto la persona que me espera… Siempre llega alguien para la persona que espera… Llega, seguro… hasta para la persona que espera…
Este día del año 2004, alguien abrirá el candado que bloquea mi puerta y me liberará. Confiaré ciegamente en esa persona y la seguiré a donde sea sin que me importe lo que pueda suceder… Hacia un nuevo destino…
Es difícil saber si el mundo en que vivimos es sueño o realidad.»
Kim Ki-duk