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jueves 2 de marzo de 2017 - 19h30

Mesa redonda: De la COPEL a la APRE.La lucha por la vida dentro y fuera de la cárcel

El jueves 2 de marzo a las 19:30h. Mesa redonda: De la COPEL a la APRE. La lucha por la vida dentro y fuera de las cárceles. Con Javier Ávila, Esperanza Monjas Sierra "Anchy" y Manolo. [+ cena de traje]

La Coordinadora de Presos En Lucha, propuesta de resistencia dentro de las cárceles, incluía un análisis lúcido y exhaustivo del sistema penal contra el que iba dirigida, unos objetivos concretados en unas reivindicaciones y unas tácticas para plantearlas. Esa propuesta fue recogida por miles de presos en todas las cárceles del Estado, los cuales, del 76 al 79, se subieron a los tejados de las cárceles, hicieron arder o destrozaron muchas de ellas, rompieron juicios, se autolesionaron, se pusieron en huelga de hambre, intentaron la fuga de mil maneras, lográndola muchas veces…

La Asociación de Presos En Régimen Especial, sirvió de expresión, en los años 89-91, a las luchas de los presos más rebeldes iniciadas desde los primeros 80, a pesar de que, gracias a la estrategia estatal de bifurcación adoptada en la citada ley (los sumisos atrapados por los grados, los permisos y la quimera de la reinserción, los rebeldes en régimen de máxima crueldad), se encontraban reducidos a una cárcel dentro de la cárcel en los centros de alta seguridad construidos especialmente para ellos.

Esperanza Monjas Sierra, Anchy, nació en el madrileño barrio de La Ciudad de los Ángeles, en el distrito de Villaverde, zona netamente proletaria. Nada más empezar la adolescencia conocerá a su pandilla, y juntos, empezarán el recorrido que se asemeja a tantos jóvenes de la misma época: sus primeras manifestaciones, conciertos, escapadas, conversaciones eternas sobre cómo cambiar el mundo y el odio a toda injusticia, sus sueños narrados con voz sosegada a la luz de la luna, sus noches eternas en tugurios y soportales, sus primeros porros… Serán amigos para siempre hasta que entre en sus vidas la heroína. Esa arma letal amparada por el gobierno y la policía para diezmar a toda una generación de jóvenes inconformistas, y plegar así, los espíritus desobedientes de miles de chavales que tenían la capacidad de poner todo patas arriba.

Su novela autobiográfica hará que te sumerjas en una realidad (la del Madrid de los 80) de una manera cruda pero también con una ternura inusitada, como nunca será reflejada por la miserable "historia oficial". Un relato callejero y apasionado, marcado por los efectos de la maldita droga, que consigue trasladar a la persona que lo lea un deseo revitalizado de tomar las riendas de su vida, de no rendirse nunca, en definitiva, de luchar.